Las marcas del acné pueden parecer como un doble castigo, primero tuviste que sufrir con los granos, ahora tienes las marcas que te los recuerdan. ¿Hay algo que puedas hacer? Para entender las marcas necesitamos entender el acné.
El acné son las lesiones o granos causados por las hormonas y por el agrandamiento de las glándulas sebáceas, que causan un aumento en la producción de grasa y en la presencia de bacterias en los poros.
¿Cuáles son las formas de acné?
*Acné leve: se refiere a los puntos blancos o las espinillas y que a la mayoría de nosotros nos salen en diversos momentos (usualmente en los peores momentos posibles, como justo antes de la fiesta de promoción o algún otro evento importante.)
*Acné moderado: incluye a los granos rojos e inflamados llamados pápulas y los granos rojos con centros blancos llamados pústulas.
*Acné severo: causa la aparición de nódulos-quistes o bultos dolorosos llenos de pus- debajo de la piel.
Los nódulos tienen más probabilidad de dejar marcas permanentes, las marcas más serias las causa el acné más serio y la mejor manera de lidiar con el mismo es obtener tratamiento lo más pronto posible.
¿Qué hacer si tengo acné?
Si tienes acné en sus diversas presentaciones, acude inmediatamente a tu Dermatólogo, quien evaluará tu acné e indicará el tratamiento más adecuado para controlarlo y así poder evitar las secuelas del acné (marcas de acné).
¿Qué puedo hacer si tuve acné y me dejó marcas?
Si tienes una cantidad seria de marcas debido a brotes previos de acné, uno de los tratamientos más nuevos es el uso del láser para la regeneración de la superficie de la piel. El láser elimina la capa superior que está dañada y tensa la capa media, haciendo que luzca más suave. Otro tratamiento tradicional es la DERMOABRASIÓN, que utiliza un cepillo de alambre rotatorio o un instrumento con un diamante giratorio para desgastar la superficie de la piel , es decir para pulir, alisar la piel. En resumen es una técnica que se utiliza para suavizar las cicatrices y las arrugas más profundas.
A medida que la piel se recupera, una nueva capa más pareja reemplaza a la piel escoriada. La mejoría que se obtiene es hasta de un 50 %, y puede ser combinado con otros tratamientos como por ejemplo la extirpación quirúrgica de cicatrices más profundas o la aplicación de sustancias de relleno dérmico para levantar las depresiones de las cicatrices.
La recuperación de la piel tiene dos etapas clásicas, una que dura como promedio 7 a 10 días y es aquella en la cual las costras formadas caen en ese lapso de tiempo, quedando una piel roja, lisa que vendría a ser la segunda etapa y esta coloración roja va a ir disminuyendo paulatinamente, cada piel reacciona diferente, puede durar desde un mes hasta tres meses promedio. En suma, es un procedimiento que debe ser realizado por un Dermatólogo quien es la persona capacitada y que conoce tu piel más que nadie.
